19.9.06

Viviendo

Miró la pared del fondo y se sitió en una escena extraña, ella entró reclamándole alguna cosa, como lo había ensayado se acercó, le dijo unas cuantas verdades y eliminó la seriedad con un par de chistes flojos. La risa fue fingida, pero suficiente para hacer que la conversación se volviera absurda, con algo de sátira política y estupidez que rayaba con cultura basura televisiva, se entregaron a las carcajadas sin dejar de representar un poco de tensión incómoda. Luego de un merecido intermedio de tinto y nicotina, se encontraban los dos en la cama, pero discutiendo de lo extraña que estaba ella, de lo inútil que él se sentía, uno que otro comentario sarcástico y mil miradas de desprecio. Con una llamada de teléfono desvió su atención a lo que ella respondió saliendo enérgicamente por la puerta. Al colgar de hablar con “otra” solo creyó verla por la ventana de la cocina que aparentemente daba a la calle. El resto de la trama no tenía mucha importancia, se sintió liberado cuando cayó el telón, recompensado con aplausos fue tras bambalinas donde se quitó su disfraz y maquillaje, volviendo así a su mundo real, que es un mucho mas tranquilo.

3 comentarios:

PakikoP dijo...

definitivamente todo es una gran obra de teatro...
tu que actor eres??? dentro de la obra de quien???

Spiel Sang dijo...

Hmmmm... en que momento se corren las bambalinas: en cuando se abren o cuando se cierran? pues es en ese momento donde nace o muere alguien...

Anónimo dijo...

Y como saber donde esta la frontera entre el actuar y nuestra realidad..
sin saber si sigue actuando?