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¡Nicolai! – dije sorprendido - ¿Papá estás bien? – Ya he sentido hambre, sueño y frío antes – le respondí. Con un leve clic en la cerradura me preparé para correr. Tuvimos un segundo para un breve abrazo, pues si me cabeza no me engaña pasé casi un mes dentro de éste cuartucho inmundo, - Siento la demora – se disculpó Nicolai sin modular de ninguna manera su voz- hay demasiados calabozos en este castillo y sólo pude revisar unos cuantos por noche- Pasamos un comedor de 14 puestos con mantel vinotinto raido por las ratas y por el tiempo - ¿Castillo? – indagué, redujimos el paso con una señal que hizo con su mano- es una fortaleza, creo, por lo que entiendo es una montaña hueca donde el Señor Gavranicic construyó éste castillo – miró a su alrededor y como buscando respuesta entre los objetos antiguos y oxidados que en perfecto orden nos veían diminutos al final del pasillo afirmó – creo que si él lo hizo solo, tuvo que utilizar algún tipo de magia, o alguna otra cosa… ha sido muy amable conmigo igual, pero yo creo que está loco – llegamos a un lobby espléndido, iluminado por pocas velas, cada una muy alejada de la otra, cruzamos una puerta doble y tras cerrarla con cautela llegamos al exterior por otra muy pequeña y camuflada que nos dejó a merced de la noche. Reconocí la zona enseguida, estábamos a 5 minutos de la trocha que nos llevaría al pueblo- Donde todos deben creer que estamos muertos – puntualizó Nicolai luego que le dije mi plan- la noche en que el Señor Gavranicic vino por mí, mató a mamá y quemó la casa luego de salir conmigo de la mano – quedé en shock, un escalofrío me azotó de un latigazo toda la columna, sentí más de una lágrima formarse y como si prensaran mi alma dejándola tan arrugada como para desecharla como una carta vieja y dolorosa; Nicolai seguía inmutable, y continuó así en el resto del relato, sus palabras eran frias y noté un brillo extraño en sus ojos y en su piel.. sólo que reprimí cualquier conclusión hasta no estar a salvo - ¿y no vendrá tras nosotros?- pregunté- dura casi toda la noche velando a su esposa y a Andriy en uno de los cuartos, se dará cuenta de mi ausencia poco antes del amanecer- dijo, y no volvió a decir nada nunca más. Llegamos en el tiempo que estimé mas el tiempo que perdimos entre escondite y escondite y una que otra parada para descansar, la falta de comida, buena al menos, me tenía en un estado moribundo y sin energía alguna, el sol no se veía todavía en el horizonte cuando toqué en la puerta de Zeljko, el dueño de la casa que cerraba el pueblo, un viejo bondadoso y de manos curtidas por años de trabajar de matarife, tardó un buen rato en abrir – Parece que estuvieras viendo un fantasma- le dije al ver los ojos desorbitados que puso cuando abrió la puerta – necesito esconderme en el solar por unas horas , ¿me harías ese favor? - cortó el hielo con un abrazo nostálgico y nos invitó a seguir. Nos acomodamos con las cobijas que Zeljko amablemente nos prestó, para que durmiéramos en el cuarto de herramientas. Poco a poco comenzó a salir el sol… me despertó un sonido áspero, constante pero muy tenue, un susurro casi, vi a Nicolaí sentado de piernas cruzadas mirando concentrado hacia la ventana, vi como al tacto de la luz del sol se fue convirtiendo en polvo, vi que nisiquiera cambió la expresión de su cara mientras se demoronaba, lo vi desvanecerse hasta que no quedó ningún rastro de él en el cuarto de herramientas.
2 comentarios:
Casi me desmorono yo con la metáfora del alma...
♥
(sin palabras)... continuará?
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